Veladhazversa de marzo

Queridos amigos, la presentación ayer de Ana Montojo como Poeta Hazversa en el Café Comercial fue una inundación de sentimiento y emoción que nos dejó a todos el corazón entumecido. Aunque con esa rara habilidad que sólo algunos poetas tienen, Ana también consiguió arrancarnos risas y sonrisas (de esas que tan necesarias son para alcanzar la razonable felicidad de los humanos) con sus poemas sobre el fútbol como metáfora de la vida o esa irónica reflexión sobre la fe…
Antes de trascribiros uno de estos poemas quiero, primero: excusarme otra vez por la penosa calidad de las fotos que cuelgo y que no reflejan el llenazo habido otra vez; segundo: agradeceros a todos la fidelidad a las Hazversidades que han conseguido sobrevivir a la mudanza con donosura sólo por vosotros; y tercero: reconocer a los trabajadores del Café Comercial su acogida y colaboración. Sin su apoyo, crematístico para más señas, las Hazversidades no serían ya sino una sombra presta al olvido…
jaime alejandre

FE

(“La muerte no me llena de tristeza,
las flores que saldrán de mi cabeza
algo darán de aroma”
Javier Krahe, El Cromosoma)

Hace tiempo creía
en un Ser poderoso que me amaba
y era reconfortante pensar que las tristezas
tenían un provecho, incomprensible
para mi limitada inteligencia,
pero esperanzador:
por lo visto, todo era por mi bien.

Estaba protegida
por los divinos brazos, mientras otros
-desdichados impíos-
tenían que jugársela a una carta,
luchar contra el destino
sin más ayuda que sus propias fuerzas.

Me dijeron también
que esto no se termina con la muerte,
-por si alguien pensara en el suicidio-
que nos viene otra vida,
eterna, para colmo,
sin dolor y sin hambre ni injusticias;
ni enfermedad ni guerras,
siempre que confiemos en la Misericordia.

Largo me lo fiaban los profetas.

Sucede, sin embargo, a estas alturas
que está una tan cansada
de ver alrededor calamidades
que no es que ya no crea -¡Dios me libre!-
sino que me estremece pensar en otra vida;
eterna, para colmo.

(De “Hazversidades poéticas”, © Ana Montojo, 2012)