Finalmente Ricardo nos ha recordado que aunque no hay por
qué hacerse vanas ilusiones, ya que no puede la poesía desbaratar la mezquindad de
este sufriente planeta, sí debemos saber que lo hace más soportable… Y eso siempre es
suficiente.
El equipaje del
corazón está preparado. Los recuerdos ordenados uno a uno y un billete con el
rostro dibujado del invierno. No siento frío ni tampoco calor sólo un silencio
que golpea mi pecho. En la habitación de este solitario hotel espero la salida
del autobús que me conducirá de las carreteras de mi pasado a las calles de mi destino
sin destino. Sé que allí ya no estarán aquellos que me amaron ni tampoco los
que amé yo. Escucho el rugido de mis huesos, las olas negras que rompen en la playa
de mis ojos, el canto afónico de los sueños perdidos, el sabor de unos labios
que mis labios nunca besaron. Los lobos aúllan al final del pasillo reclamando
su alimento. El futuro llama a la puerta para comunicarme la partida. Toda mi
vida coleccioné heridas de sal. El camino de regreso será más triste que una
fría estación en la hora de las despedidas. Seré una sombra del pasado, un
hombre pretérito. Qué es el amor sino creer que alguien te quiere más que a sí
mismo.
(de Los vencidos , 2012)
ÚLTIMO BAILE DE ESPUMA
Contemplo la incesante
danza de las olas
mientras la sal
abandona mis dedos de espuma.Mas no debo entristecerme. Mi trabajo ha concluido.
Finaliza la fiesta y el último baile
cesa en el acantilado de mis manos.
De arena rebosa mi equipaje.
(de Hazversidades
poéticas, 2013)
(fotografía: www.diariodeburgos.es)
(noticias Diario de Burgos y El Correo de Burgos)